El abogado americano haitiano Deval Patrick puso fin a 16 años de control de los Republicanos en esa demarcación al sustituir a Mitt Rommey, como Gobernador del Estado de Massachussets, convirtiéndose en el primer gobernador negro del Estado y el segundo de la Unión después de Douglas Wilder de Virginia
Patrick forma parte de una generación de inmigrantes haitianos que ha fortalecido en los últimos 10 años su visibilidad política en los Estados Unidos, atrayendo al mismo tiempo a sus compatriotas a formar parte del electorado haciéndose ciudadanos.
En los Estados Unidos es normal que los inmigrantes revindiquen el origen de sus candidatos, lo cual constituye un orgullo cuando alcanzan puestos de poder. Los políticos estadounidenses o de origen extranjero diseñan estrategias para captar los votos de los grupos minoritarios, sin que ello constituya un peligro para la soberanía nacional, aún cuando en los mítines enarbolan banderas o insignias de sus países respectivos.
Contrario a esta práctica, en la República Dominicana sectores nacionalistas, incluyendo funcionarios gubernamentales, ven un peligro para la soberanía nacional la regularización de los indocumentados haitianos, lo cual les daría cierta posibilidad de hacerse ciudadanos o poder declarar como dominicanos a sus hijos, quienes en un futuro podrían optar para puestos electivos.
Sin embargo, desde los años 60 la práctica de “cedular” a los trabajadores inmigrantes haitianos para que participen en las elecciones ha sido introducida de manera clandestina en los procesos electorales, por candidatos de los tres partidos mayoritarios, el PRSC, PRD y PLD.
De manera oficial los candidatos a puestos electivos de ascendencia haitiana tienen cierto temor de asumir su origen y buscar abiertamente votos entre sus compatriotas para no ser acusados de “fusionistas”.
Situación que ha provocada que organismos internacionales como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA consideren que existan serias limitaciones para el disfrute de los derechos civiles y políticos en la República Dominicana contra los dominicanos de ascendencia haitiana.
José Francisco Peña Gómez, el fallecido líder a destiempo del PRD, cuyo padre fue asesinado durante la masacre de los haitianos por el dictador Rafael Leonidas Trujillo en 1937, no logró alzarse con la primera magistratura del Estado fundamentalmente por su origen haitiano.
Unos 800,000 haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana viven en la República Dominicana hace alrededor de 100 años, tan solo tienen por lo menos de manera oficial, un solo síndico, Beneco Enecia, recién instalado en el batey 8 de Barahona.
Patrick forma parte de una generación de inmigrantes haitianos que ha fortalecido en los últimos 10 años su visibilidad política en los Estados Unidos, atrayendo al mismo tiempo a sus compatriotas a formar parte del electorado haciéndose ciudadanos.
En los Estados Unidos es normal que los inmigrantes revindiquen el origen de sus candidatos, lo cual constituye un orgullo cuando alcanzan puestos de poder. Los políticos estadounidenses o de origen extranjero diseñan estrategias para captar los votos de los grupos minoritarios, sin que ello constituya un peligro para la soberanía nacional, aún cuando en los mítines enarbolan banderas o insignias de sus países respectivos.
Contrario a esta práctica, en la República Dominicana sectores nacionalistas, incluyendo funcionarios gubernamentales, ven un peligro para la soberanía nacional la regularización de los indocumentados haitianos, lo cual les daría cierta posibilidad de hacerse ciudadanos o poder declarar como dominicanos a sus hijos, quienes en un futuro podrían optar para puestos electivos.
Sin embargo, desde los años 60 la práctica de “cedular” a los trabajadores inmigrantes haitianos para que participen en las elecciones ha sido introducida de manera clandestina en los procesos electorales, por candidatos de los tres partidos mayoritarios, el PRSC, PRD y PLD.
De manera oficial los candidatos a puestos electivos de ascendencia haitiana tienen cierto temor de asumir su origen y buscar abiertamente votos entre sus compatriotas para no ser acusados de “fusionistas”.
Situación que ha provocada que organismos internacionales como la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA consideren que existan serias limitaciones para el disfrute de los derechos civiles y políticos en la República Dominicana contra los dominicanos de ascendencia haitiana.
José Francisco Peña Gómez, el fallecido líder a destiempo del PRD, cuyo padre fue asesinado durante la masacre de los haitianos por el dictador Rafael Leonidas Trujillo en 1937, no logró alzarse con la primera magistratura del Estado fundamentalmente por su origen haitiano.
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