Hoy es un día muy triste para el sistema bancario haitiano. Y me siento “encojonado” (me perdonaran la palabra, pero ¡coño! no hay otra que se pueda usar en esta oportunidad.
En efecto, es asombroso, es increíble, la capacidad de destrucción que tiene una porción de las elites haitianas sobre las clases media y baja del país. La destrucción de la Socabank que en solo diez años de vida, se había erigido en el tercer banco del país y el primero por su cartera de crédito ha sido pulverizado por la rapacidad y la codicia de una parte de la elite económica de este país en complicad con el Banco Central de la Republica de Haití.
Que nadie me venga a decir lo contrario: Socabank ha sido destruido, simplemente porque era un banco creado con capitales de clase media, pertenecía a miembros de la clase media haitiana, quienes se dedicaban a democratizar los créditos a pequeños y medianos empresarios y el Banco Central, para seguir con la exclusión, para mantener los capitales de este país entre las manos de solo un grupito, entre las manos del mismo grupito de siempre, ha conspirado para demoler el banco.
¡Que pena! ¡Que cinismo! ¡Que barbaridad!
Si nos recordamos rápidamente del proceso de esta destrucción, es obvio que el Banco Central, el regulador del sistema actuó con mala fe y con premeditación.
1. Cuando el banco regulador declaro que la Socabank tenia problemas, en realidad, yo no creo que era la verdad o por lo menos si era la verdad, los accionarios de Socabank propusieron soluciones para corregirlas. Quisieron aportar capitales frescos pero las propuestas fueron rotundamente rechazadas por el banco fiscalizador.
2. El Banco Central podría quedarse a dentro del Socabank fiscalizándolo por un maximo de 3 meses, como lo indica la ley...Se quedaron mas de un año (lo que es ilegal).
3. La presencia entonces del Banco Central en el seno de la dirección de la Socabank creo la confusión y el miedo de los ahorrantes por lo que la Soca iba perdiendo sus clientes a una velocidad vertiginosa. Y si no hay depósitos, no hay bancos. Es tan simple como eso. El Banco Central lo sabia y por esta razón actuó de esta manera.
4. El consejo de administración emitió por millones de gourdes de acciones a 500 gourdes cada una, los cuales iban rápidamente a fortalecer la Socabank pues era fácil colocar estas acciones en el mercado. El Banco Central apareció y dijo que compraría todas las acciones a 50 gourdes y forzó el Presidente del Banco a vendérselas. Claro, era un Presidente que había impuesto el Banco Central algunos meses antes, supuestamente para enderezar el banco.
5. El Banco Central se erigió entonces como juez y parte. Invadió la Socabank, la debilitó, la asfixió y la compró a precio de vaca muerta para entonces permanecer con el exclusivismo de las carteras de créditos de este país y asfixiando aun más las posibilidades de desempeño de las clases media y desfavorecidas de este país.
Los que montaron este show cínico, los que participarron a esta farsa repugnante y que acabaron con el esfuerzo de este joven grupo dinamico que aportaba una nueva visíon dentro del sistema finaciero haitiano, deben ser perseguidos por la ley, arrestados, juzgados y condenados si es verdad que este gobierno que se reclama de la mayoría nacional quiere comprobar que esta realmente interesado en el mejor futuro de Haití y de su pueblo.
En efecto, es asombroso, es increíble, la capacidad de destrucción que tiene una porción de las elites haitianas sobre las clases media y baja del país. La destrucción de la Socabank que en solo diez años de vida, se había erigido en el tercer banco del país y el primero por su cartera de crédito ha sido pulverizado por la rapacidad y la codicia de una parte de la elite económica de este país en complicad con el Banco Central de la Republica de Haití.
Que nadie me venga a decir lo contrario: Socabank ha sido destruido, simplemente porque era un banco creado con capitales de clase media, pertenecía a miembros de la clase media haitiana, quienes se dedicaban a democratizar los créditos a pequeños y medianos empresarios y el Banco Central, para seguir con la exclusión, para mantener los capitales de este país entre las manos de solo un grupito, entre las manos del mismo grupito de siempre, ha conspirado para demoler el banco.
¡Que pena! ¡Que cinismo! ¡Que barbaridad!
Si nos recordamos rápidamente del proceso de esta destrucción, es obvio que el Banco Central, el regulador del sistema actuó con mala fe y con premeditación.
1. Cuando el banco regulador declaro que la Socabank tenia problemas, en realidad, yo no creo que era la verdad o por lo menos si era la verdad, los accionarios de Socabank propusieron soluciones para corregirlas. Quisieron aportar capitales frescos pero las propuestas fueron rotundamente rechazadas por el banco fiscalizador.
2. El Banco Central podría quedarse a dentro del Socabank fiscalizándolo por un maximo de 3 meses, como lo indica la ley...Se quedaron mas de un año (lo que es ilegal).
3. La presencia entonces del Banco Central en el seno de la dirección de la Socabank creo la confusión y el miedo de los ahorrantes por lo que la Soca iba perdiendo sus clientes a una velocidad vertiginosa. Y si no hay depósitos, no hay bancos. Es tan simple como eso. El Banco Central lo sabia y por esta razón actuó de esta manera.
4. El consejo de administración emitió por millones de gourdes de acciones a 500 gourdes cada una, los cuales iban rápidamente a fortalecer la Socabank pues era fácil colocar estas acciones en el mercado. El Banco Central apareció y dijo que compraría todas las acciones a 50 gourdes y forzó el Presidente del Banco a vendérselas. Claro, era un Presidente que había impuesto el Banco Central algunos meses antes, supuestamente para enderezar el banco.
5. El Banco Central se erigió entonces como juez y parte. Invadió la Socabank, la debilitó, la asfixió y la compró a precio de vaca muerta para entonces permanecer con el exclusivismo de las carteras de créditos de este país y asfixiando aun más las posibilidades de desempeño de las clases media y desfavorecidas de este país.
Los que montaron este show cínico, los que participarron a esta farsa repugnante y que acabaron con el esfuerzo de este joven grupo dinamico que aportaba una nueva visíon dentro del sistema finaciero haitiano, deben ser perseguidos por la ley, arrestados, juzgados y condenados si es verdad que este gobierno que se reclama de la mayoría nacional quiere comprobar que esta realmente interesado en el mejor futuro de Haití y de su pueblo.
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