15 de diciembre de 2006

Un dia sin haitianos

Amigos (as), me encontré con este simpático escrito por la Web en la pagina del GARR y aquí lo comparto con Ustedes:


Un dia sin haitianos
Por el Dr Steeve Coupeau de NYIHA MEDIA
mardi 6 juin 2006



Me acosté con la oración en la boca

no termine mi plegaria y Dios me lo concedió :

amaneció la República sin haitianos.

El sol brillaba escandalosamente y todo el aire era blanco.

No lo podía creer pero no había haitianos

a todos los habían deportado

a todos sin importar su rango

desde el que cruzo la frontera hace 100 anos

hasta el niño que nació anoche en el establo.

Todos se habían largado

por fin teníamos un país puramente dominicano.

En la televisión anunciaron que algunos pueblos se quedaron en blanco

en otros quedaron unos cuantos :

europeos nacionalizados.

Salgo a la calle y llevo mi carro

corro y corro y esta todo desolado

la ciudad estaba en blanco

las construcciones se habían parado

Solo había abiertas unas tiendas importadas y negocios de carros

sin ninguno de sus empleados

solo estaban los dueños

los nacionalizados.

Me fui a las afueras pues no había trafico

las cosechas de cana se habían arruinado

no había nadie en las fincas

ni cuidando el ganado

nadie construyendo carreteras

ni quien hiciera maní tostado.

Me voy al Cibao que dizque es de blancos

tampoco había nadie en las calles de Santiago.

Me fui a la costa,

el mismo escenario

solo estaban los turistas

y los nacionalizados

aburridos y sin nadie que les sirva un trago.

Ya estaba preocupado al ver todo en blanco.

No podía ser que fuéramos todos haitianos

si este es un país de dominicanos.

Me baje del carro

me sente en la acera

pensé en los orígenes de nuestra guerra

se me acerco una esclava

tenia cadenas

pero era un ángel

un ángel de alas negras

me dijo liberame de estas cadenas

que son las mismas que tu llevas puestas.

No es la invasión ni la tierra el problema

eres tu quien no acepta la mezcla

quien se mira al espejo y se re-inventa

quien se mata a si mismo de la vergüenza

quien vomita valores de los anos 50

quien se odia a si mismo

y enciende su hoguera.

Llore y llore de vergüenza

pues siempre confié en mi capacidad intelectual

y yo también me deje llevar por la mas vil enfermedad

la que justifica mi aire de superioridad

pero ya,

!no mas !

Al decir esto el ángel se fue

volví a casa y me acosté

al día siguiente cuando desperte,

estaba todo verde otra vez.

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