24 de septiembre de 2007

Criollos (Dominicanos) que conquistan Haití

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Resalto este artículo de Esperanza Cevallos a continuación, publicado en el periódico dominicano El Caribe, porque, he creído siempre que los mas aptos para hablar de Haití en la Rep Dominicana son los(as) hermanos(as) dominicanos(as) que viven en Haití. Sus experiencias en Haití son edificadoras.

Esa, creo yo, es la mejor prueba y es la mejor forma de callar las estupideces nazionalistas, que no se cansan de llevar desinformaciones a sus compatriotas que nunca han visitado este pequeño pero maravilloso país que se llama Haití.

Ojala, este artículo sirva de referencia, ojala este articulo sirva de algo para algunas almas amargadas y vacías que intentan hacer creer que en Haití, se odia al dominicano.

Haití es un país acogedor, en Haití hay un pueblo generoso, y este comportamiento no cambia que este en frente de un dominicano, un cubano, un americano, un francés, un brasilero, un venezolano….

Haití es precisamente eso, jovialidad, solidaridad, bondad…

A continuación, el artículo:

Criollos que conquistan Haití


Al menos 15 mil dominicanos viven en Haití. Muchos se establecen en la vecina nación en búsqueda de una mejor vida. Este reporte nos lleva a conocer el mundo de esos compatriotas y las circunstancias que los motiva a irse.

Una sola isla, pero dos mundos diferentes. Cultura, religión y gastronomía desiguales, no constituyen un obstáculo para aquellos dominicanos que deciden dejar su patria, en busca de ganar más dinero en tierra extranjera.

La comunidad dominicana en Haití ha ido creciendo a través de los años, y como una forma de agruparlos, se creó la Asociación Nacional de Dominicanos Residentes en Haití.

José Serulle, embajador dominicano en Haití, dice que “hay muchos dominicanos que han venido de forma silenciosa y se han instalado en Haití”.

“Hacemos múltiples trabajos, hay en todos los ámbitos como has podido ver: médicos, ingenieros, mecánicos, saloneras, peluqueros, y tantos otros que hacen cualquier otro tipo de trabajo”, expresa Josefina Pérez Guzmán, vicepresidenta de la Asociación de Dominicanos Residentes en Haití.
Las dominicanas en Haití son en su gran mayoría estilistas.

Juana Alcántara lleva 16 años viviendo en Haití. Aunque en principio vino con la mentalidad de quedarse por sólo tres meses para trabajar en un salón y así comprarse su propia planta eléctrica, para instalar un centro de belleza en Santo Domingo. Hoy la historia es otra.

“Duré unos 5 a 6 años trabajando en un salón de belleza ajeno alquilado, ahora traté de poner el mío, puedo decir que tengo diez años con mi salón propio; ahora no tengo que pagar el alquiler a otra persona”, dijo al conversar con periodistas de Multimedios del Caribe.

Juana vive en unión libre con un haitiano, con quien procreó un hijo. “Monetariamente yo pienso que a las peluqueras aquí en Haití les va mejor que en Santo Domingo, porque comparativamente con el precio de los lavados allá eso depende de qué tipo de salón tú vayas. El mínimo son RD$200, o sea, que cuando tú calculas bien, a una peluquera le va mejor que en Santo Domingo, y por eso me he quedado aquí”.

Las dominicanas que llegaron a Haití nunca vinieron con la intención de quedarse. Consuelo D´Oleo Espinosa es un vivo ejemplo de ello, pero ya lleva 15 años trabajando en salones. Ahora tiene su propio negocio, en donde ha empleado seis haitianas que la ayudan a hacer
Remesas de allá para acá.

Los dominicanos también reciben remesas desde Haití.

El embajador Serulle dice que las mujeres “ envían parte de sus ganancias a RD. Una dueña de salón de belleza puede estar enviando de 1,500 a 2,000 dólares por mes, depende del salón”, dijo. Sólo en el sector Petion Ville hay más de 600 dominicanas que trabajan en distintas actividades.

El sentido de la solidaridad de los haitianos es uno de los descubrimientos de los dominicanos que viven en Haití. Josefina Pérez Guzmán lo ha vivido en grande durante sus más de 20 años en Haití. Asegura que ha tenido todo tipo de experiencias en el vecino país.
No muere idea de retornar a su tierra

Una dominicana residente en Puerto Príncipe relató que desde que empezó a trabajar vio mucha propina y se dijo para sí: “Bueno, aquí me quedo, me va bien porque las peluqueras dominicanas son preferidas aquí”.

Pese a la solidaridad que descubren de los haitianos en su propia tierra y en buena medida, lo bien que se sienten en Haití, los dominicanos no renuncian a la idea de regresar en algún momento a su país.

Un estudio señala que a causa de la desigualdad en el desarrollo de los países, la cantidad de criollos que visita Haití no es comparable con la de haitianos que va a RD.


Esperanza Cevallos

1 comentario:

Miwel dijo...

Y luego cuando un haitiano va a república Dominicana a trabajar en el corte de la caña o en la construcción le tratan peor que a un perro. ¿cuándo se darán cuenta los dominicanos del aporte que supone para su país los haitianos?